Lo básico para la prevención y el tratamiento es mantener la zona limpia y fresca. El pañal del bebé debe cambiarse con frecuencia, mantenerse lo más abierto y ventilado posible. Durante el cambio de pañal del bebé el contacto del bebé con el aire (10 a 15 minutos sin pañal) es muy importante. Otro asunto importante es que el pañal debe sujetarse la zona lo más suelto posible para permitir que el aire circule en el pañal.

Se debe elegir el tamaño correcto de pañal de acuerdo con el peso del bebé. Los pañales pequeños aprietan la cintura del bebé y los pañales grandes gotean y hacen que el bebé se sienta incómodo. Evite el sarpullido en la zona del pañal limpiando con bolas de algodón o un paño empapado en agua tibia. La orina y las heces deben limpiarse con movimientos suaves y luego deben secarse ligeramente con una toalla suave. Si se utilizan toallitas de limpieza, éstas deben ser adecuadas para la piel del bebé, deben ser suaves y sin alcohol. El jabón y el champú no deben usarse más de tres días. El uso frecuente evitará que la piel forme una capa protectora.

Antes de colocar el pañal nuevo asegúrese de que la zona del pañal esté seca. Los antibióticos y todos los medicamentos que entran en la leche materna afectan al bebé. Para prevenir la formación de erupciones, la madre debe ser alimentada con alimentos naturales y no debe tomar los medicamentos sin consultar al médico especialista.